Siguiendo el ejemplo de la Reina Católica, hay que volver a ponerse de rodillas ante la Sagrada Eucaristía. Hay que prosternarnos y adorarla. Hay que volver a levantar la verdad de que en la Hostia Santa nos espera Jesucristo Vivo, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Hay que volver a limpiar los altares. Hay que volver a ponerse de rodillas ante Jesús Sacramentado, porque Él nos enseña el Amor, nos trata bien y nos transforma.
EL ADMIRABLE FENÓMENO DE LAS HOSTIAS CONSAGRADAS QUE TIENEN EFUSIÓN DE SANGRE HUMANA VIVA
Son muy conocidos en gran parte del mundo los Sagrados Corporales de Daroca (Aragón). En este milagro, como en los de Lanciano (alrededor del año 700), Bolsena (Bruno de Bohemia, 1273), Casia (1330), Gorkum (1572), Finca Betania (1991), Buenos Aires (1992 y 1996), las formas y la sangre han sido analizadas científicamente, determinando que son del corazón de un hombre vivo que ha sufrido mucho, con lo que esto conlleva en relación con la devoción a la Sagrada Eucaristía.
Desde 1239, en Daroca se custodian y se adoran los Sagrados Corporales. El 23 de febrero de 1239, las tropas cristianas de Daroca, Teruel y Calatayud se disponían a conquistar desde el monte Codol el castillo de Chío. Momentos antes de la batalla el capellán, celebraba misa, en la que consagró seis formas destinadas a la comunión de los capitanes de las tropas, pero un ataque por sorpresa del enemigo obligó a suspender la misa. El capellán escapó corriendo con las hostias consagradas envueltas en los corporales y las escondió en el monte. Pasado el peligro, con la victoria de las tropas cristianas, cuando el sacerdote fue a buscarlas, al lugar donde las había escondido, se encontró con las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los corporales. Los Corporales se guardaron en la Iglesia de San Marcos, en la ciudad de Daroca, hasta que fueron trasladados a la basílica de Santa María. La sangre en el corporal ha sido analizada científicamente, determinando que es del corazón de un hombre vivo.
El cardenal Jorge Mario Bergoglio, el actual papa Francisco, pidió al Dr. Castañón que investigara dos hostias que sangraron en Buenos Aires. Después de 6 años de estudio, demostró que esa sangre de las hostias es sangre y tejido que tiene ADN humano; son células del tejido del ventrículo izquierdo del miocardio del corazón de un hombre vivo —con toda la fórmula leucocitaria— que ha sufrido mucho. Ricardo Castañón Gómez, doctor en Psicología Clínica especializado en Medicina psicosomática y Neuropsicofísiología cognitiva, psicólogo clínico especialista en cerebro y comportamiento humano. Según este doctor, gracias a la tecnología de la neurociencia sabemos que por el lóbulo prefrontal bioxiopráxico volicional somos capaces de aprender y entender.
Todo lo cual invita a estas reflexiones: Hay que preguntarse: ¿qué estoy haciendo con mi vida? y ¿reacciono con pasión por la verdad? Debes saber que aun cuando Dios no es para ti lo importante que debería ser, tú sí eres importante para Dios. Estos y otros conocimientos científicos sobre los milagros eucarísticos deberían servirnos a nosotros y a los que se encuentran alejados de Dios, para restablecer un comportamiento sin conflicto con la verdad.
Al igual que en LOS CUERPOS INTACTOS TRAS UNA VIDA DE SANTIDAD, donde la ciencia no puede explicar lo que sucede, en LAS HOSTIAS CONSAGRADAS QUE TIENEN EFUSIÓN DE SANGRE HUMANA VIVA, hay que dejar de comportarse como los ateos y hacer cambios verdaderos.